Los expertos aseguraban que el Mundial se decidiría a favor de quien
coronara en el Alto de la Confederación. Y así ha sido. Nueve segundos
han sido suficientes para que el polaco Michal Kwiatkowski se enfunde el
jersey arcoíris por delante del australiano Simon Gerrans, plata al
sprint, y del español Alejandro Valverde, que se ha adjudicado su cuarto
bronce. Es el primer jersey arcoíris que consigue Polonia en esta
categoría.
Kwiatkowski fraguó su victoria a 5 kilómetros del final cuando se marchó
del grupo principal para unirse al quinteto de escapados formado por el
francés Cyril Gautier, el italiano Alessandro De Marchi, el danés
Michael Valgren Andersen y el bielorruso Vasil Kiryienka.
Los
nervios cundían por detrás entre los grandes favoritos con ataques de
Valverde, Joaquim Rodríguez ‘Purito’ y el belga Philippe Gilbert, entre
otros. Pero nadie podía dar caza al ritmo del polaco Kwiatkowski, que ya
en solitario realizaba una bajada endiablada hacia la presa de Bárcena.
Abocados a la lucha por la plata y el bronce, el grupo de seis
perseguidores se mantenía vigilante para coger la buena posición en el
sprint. Gerrans, plata, y Valverde, bronce, demostraron más punta de
velocidad.
“No tenía planeado atacar en ese descenso pero vi la
oportunidad y me lancé- confesaba el polaco Kwiatkowski. No sé cómo lo
he logrado y de hecho ha sido muy arriesgado. Tenía mucho dolor al final
pero sabía que era todo o nada”. Menos contento se mostraba Ferrans con
su plata: “Quería gritar cuando crucé la línea de meta. Estar tan
cerca, sentir que tienes buenas piernas, y ver cómo se me escapa la
victoria es muy decepcionante”.
Por su parte, Alejandro Valverde
se mostraba satisfecho con su cuarto bronce en un Mundial que se suma a
las dos platas anteriores. “Tenemos que sentirnos felices con esta
medalla. Hicimos lo que pudimos para coger a Kwiatkowski, pero no
pudimos alcanzarlo. Ha hecho una carrera espectacular y hay que
reconocer que es un ciclista muy fuerte”.
Una opción arriesgadaPolonia
ha sido la única selección que ha mostrado sus cartas abiertamente.
Desde el inicio de carrera asumió la responsabilidad durante casi 70
kilómetros cuando ningún aventurero, a excepción del griego Georgios
Bouglas, gastaba fuerzas para acortar los más de quince minutos de
ventaja del lituano Savickas, el croata Kvasina, el colombiano Quintero y
el ucraniano Polivoda. El esfuerzo le costó caro a Kwiatkowski, que en
las últimas vueltas sólo contaba con un hombre de apoyo. Polonia se
había jugado todo a un hombre que, a sus 24 años, ha demostrado ser un
especialista nato en pruebas de un día como se vio en la
Lieja-Bastogne-Lieja y la Flecha Valona, donde este año hizo terceros
puestos.
Kwiatkowski se despide de Ponferrada vestido de
arcoíris y un bronce en el bolsillo conseguido en la crono por equipos
junto al Omega-Pharma.
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